jueves, 10 de noviembre de 2011

Ciutat Vella parque temático. ¡Bienvenidos al show!

Como vecino del barrio Gótico, ya otras veces me he hecho eco en esta página de diversas actuaciones encabezadas por los vecinos tendientes a recuperar algo de protagonismo frente a la invasión indiscriminada de masas de turistas. Cada día que pasa vivir aquí es más parecido a vivir dentro de un parque temático que otra cosa. Siempre digo que un día de estos, saliendo del portal, nos encontraremos una  azafata con un trajecito sastre y logo BCN primorosamente bordado, la cual nos invitará con mucha gentileza a ponernos un "cabezudo" de Gaudí o la Laia para salir a hacer las compras a nuestro propio barrio, para dar un poquillo más de "color local". Desde ya que no aceptar la gentil invitación obligaría a considerar la inmediata expulsión de tan indeseable vecino extramuros del parque temático, bajo acusación de no querer disfrutar del privilegio de vivir en el propio meollo de Barcelona, habrase visto tamaña afrenta... 

Pues cada día me siento más como un cabezudo, como cuando debo luchar a brazo partido para abrirme paso en la Boquería con un par de bolsas en la mano, entre cámaras con teleobjetivos como para fotografíar marcianos, packs de "fruta seleccionada", turistas intentando abrazar a la pescadera para hacerse otra foto (más), o volver a casa con dichas bolsas cargadas esquivando "estatuas" con su miríada de boquiabiertos voyeurs, trenecitos de gente que siguen una banderita, hordas de tipos autoreferenciados con samarretas de dudoso gusto (tipo "my girl/your girl"), y los tenderetes-todo-tipo-de-recuerdos de los ex-kioskos de periódicos. En fin, una gymkhana.

Poble Espanyol: un "auténtico" pueblo medieval, con muralla y llave
Pero lo que me ha decidido a escribir esta entrada es el interesante movimiento que comienza a percibirse entre mucha gente preocupada por esta (y otras) situaciones que se están dando en la ciudad a partir de la tan mentada venta de la "marca Barcelona" (Toni Puig dixit). Es innegable que el trabajo realizado en pos de este marketing global ha dado magníficos resultados a la ciudad y sus habitantes, pero de lo que se trata ahora es de denunciar los abusos a los que está llevando la exclusividad en la aplicación del concepto, olvidando que una ciudad la hacen, la viven, y la deberían disfrutar antes que nadie SUS habitantes, además del visitante ocasional de tres días que se lleva una camiseta de recuerdo. La "marca ciudad" está bien, pero si desaparecen los paseos tradicionales, el comercio de barrio, los mercados de producto fresco, los espacios de relación doméstica, la cafetería de toda la vida donde sentarse con un café y un periódico a pasar la mañana... el concepto queda vacío de contenido y la ciudad vacía de vida real, y todo pasa a ser un montaje, un parque temático al estilo del Poble Espanyol, donde una llave abre y cierra un recinto que parece una ciudad, pero que en realidad es una gran factoría comercial.

Por todo esto, frente a la museificación y disneyworldización de la Ciutat Vella de Barcelona, un colectivo heterogeneo autodenominado "Accions Urbanes" junto con la "Associació de Veïns i Veïnes del Barri Gòtic", se han propuesto reivindicar el uso vecinal del paseo de las Ramblas, pidiendo la recuperación de su esencia como centro de relación vecinal ante su desbocada transformación en un gran callejón turístico-comercial. Ha llegado la hora de gritar bien fuerte: ¡Tornem a les Rambles!

Spot invitando a la acción de "sentarse" en la Rambla del pasado día 5 de noviembre.