sábado, 27 de noviembre de 2010

Tiempo de silencios...

"Si cada español hablara de lo que sabe y solo de lo que sabe, se haría un gran silencio nacional que podriamos aprovechar para estudiar". Manuel AZAÑA
(citado por Felipe González en entrevista en El País, 2010.11.07)

Ciertamente, la frasesita es totalmente aplicable a la Argentina, a Italia, a.... creo que a cualquier país y cualquier nacionalidad en el mundo, ya que todos somos especialistas en opinar con grandes aspavientos de aquello que no tenemos ni idea, desde fútbol y política hasta arte o quitar manchas... ;-) 
Especialmente sangrante me parece el caso cuando los medios de comunicación le preguntan cosas a personajes famosos por el solo hecho de serlo (famosos), sin tener ninguna autoridad sobre el tema a tratar. Caso sintomático: futbolistas y demás fauna del circo mediático, empezando por el Diego, a quién sin que nadie le pregunte nada se mete en los mayores fregaos políticos, saliendo mal parado la mayor parte de las veces.... Venga Diego, festeja tus 50 añitos con felicidad y en la intimidad, y no con los medios aleteando en círculo a tu alrededor....

viernes, 26 de noviembre de 2010

Libertad de expresión

"Si la libertad de expresión se mide por la posibilidad de ser soez, no podemos decir que estemos constreñidos. En esa liga solo competimos con Italia. Lógico, en España hace tiempo que Berlusconi ganó las elecciones".
Elvira LINDO, El País, 14.11.2010

sábado, 20 de noviembre de 2010

Tiempo de elecciones...

Llevamos una semanita de propaganda electoral en Cataluña y ya empieza a ser indigerible, sobre todo determinados personajes "valientes" que ningunean a la inmigración (la interior y la exterior) u otros que se ofrecen como "solucionadores" sin decir en ningún momento cómo piensan hacerlo, mientras planean sentadas sobre una gaviota derribando "ilegales"...
La falta de propuestas es año tras año más alarmante, apuntando solo a la parte "emocional" del elector, sin que tanto publicista avispado llegue a notar que el votante esta emocionalmente harto de manosantas y milagreros que prometen y prometen, olvidando que cuando han sido gobierno han hecho bastante poco o nada.... o incluso renegando de su etapa en el gobierno. Y esto va por todos. Uno los escucha y parece que ninguno haya ocupado nunca el Palau de la Generalitat o la Moncloa... como si la cosa no fuera con ellos. En fin.
Y una vez más el tema independentismo sale a la palestra como arma pescavotos. Pues no soy yo quién vaya a opinar sobre tema tan delicado por este medio, pero me ha parecido sumamente pertinente esta columna de Joan Barril publicada en El Periódico de Catalunya el 10 de septiembre 2007, con motivo de la Diada nacional.

El día de la rabia
Joan BARRIL
El día de mañana fue durante unos años el día de la reivindicación. Algunos heroicos ciudadanos lanzaban unas cuantas octavillas y se perdían en la noche antes que la torpe policía política del franquismo les detuviera. Después vino la euforia democrática y, ante una estatua conmemorativa, se escuchaban aplausos para todos.
Pero desde hace unos años el Onze de Setembre es el día de la rabia. Legítima si ustedes quieren, pero rabia al fin. El 11 de septiembre es una jornada de afirmación sobre la negación. A ello contribuyen las torpezas gubernamentales, la catalanofobia ambiental y hasta la Federación Española de Fútbol. Cualquier cosa sirve para dejar que se instale la idea de que mejor solos que mal acompañados. Lo que no está tan claro es que por el hecho de estar solos las cosas fueran a mejor.
A mí no me preocupa el independentismo. Me sentiría también a gusto en una Catalunya independiente que no fuera totalitaria. El independentismo, hoy, ni siquiera es una ideología. El independentismo es la pulsión lógica de aquellos que se sienten nacionalmente maltratados. Y yo, la verdad, no es que considere que España me haya tratado muy bien, ni como contribuyente ni como hablante ni como ciudadano. Pero tampoco me gusta esa convicción tan extendida de que Catalunya es cojonuda y los gobiernos españoles son unos catalanicidas. Gente buena la hay en todo el mundo.Y me sabe mal esa tendencia de los independentistas a crear inquina contra el conjunto de la sociedad española sin destacar a los cómplices catalanes de la actual situación. El independentismo es la enfermedad infantil de una incapacidad: la de crear poderes económicos, culturales y asociativos potentes que irradien su influencia sobre España y sobre el mundo. Mañana será el día de la rabia y se nos dirá a los ciudadanos sin recursos que odiemos a todo aquello que representa España. Pero no se nos dirá que una buena parte de la humillación permanente viene de poderes económicos catalanes que hace tiempo que han renunciado a su papel de liderazgo nacional. Mientras los independentistas exijan más a un ciudadano que a los directivos de la Caixa, es señal que hay más táctica que estrategia.

lunes, 15 de noviembre de 2010

A trancas y barrancas con la Sagrada Familia...

La consagración del templo de la Sagrada Familia como basílica se ha transformado en un acontecimiento periodístico de primera magnitud, desatando todo tipo de pasiones a favor y en contra, en un torbellino informativo con opiniones encontradas a todos los niveles, desde el ciudadano hasta los políticos, desde quienes no profesan ninguna religión hasta la jerarquía de la iglesia católica.
Sin entrar en consideraciones respecto al plano de la fe o la religión, desde estas líneas quiero rescatar la discusión en el plano puramente de la arquitectura, sobre la pertinencia o no de la continuación de la obra una vez muerto Gaudí, y sobre el tema de la atribución autoral de la misma. Este es un tema de debate de largo recorrido en la historia de cualquier disciplina, pero especialmente virulenta en la Arquitectura, cuyas obras -como en este caso- han abarcado o abarcan a más de una generación de profesionales a cargo de las mismas.
Transcribo aquí algunas opiniones aparecidas la última semana a este respecto en una nota de Llatzer Moix en "La Vanguardia"
Jordi Badia, arquitecto:
Estoy convencido de que habría valido la pena dejar el templo como estaba. Arquitectónicamente no tengo dudas: lo que se ha hecho está mal. Los intereses de la ciudad, en atención al turismo, quizá vayan por otro lado. Pero arquitectónicamente lo que se ha hecho ha sido manipular la obra de un genio. Eso está condenado al fracaso. Se ha construido más de lo que dejó Gaudí, y tiene poco que ver con lo que él hacía. 

Oriol Bohigas, arquitecto:
La continuación de la Sagrada Família es un error. La prueba está a la vista: lo que se ha logrado es un falso Gaudí, totalmente discutible en términos de autoría. Hubiera sido mejor no comprometer la arquitectura de Gaudí, ahora desvirtuada. [...]

Enric Massip, arquitecto:
Era mejor dejar la Sagrada Família como estaba, pero ahora ya no hay marcha atrás y lo procedente es acabarla. En tal caso, creo imprescindible que quede claro qué parte del templo ideó Gaudí y cuál han desarrollado sus seguidores. Por las imágenes que he visto, a la nave central le falta textura. Es un espacio anabolizado, siliconado, carente de alma. Las soluciones aplicadas me parecen automáticas. Quiero decir que no están pasadas por el filtro de prueba y error, que era el método de trabajo de Gaudí. Estoy convencido de que Gaudí hubiera ido variando sus planes sobre la marcha. Es lo que hizo siempre. Las soluciones aplicadas ahora me parecen forzadas, incluso técnicamente, con el objetivo de acabar pareciéndose a lo poco de lo que se disponía: las fotos de una maqueta. El hecho, además, de que algunas soluciones constructivas necesiten hormigón armado ya indica que algo falla. La idea de Gaudí era trabajar por compresión: quería levantar la última catedral de piedra. Es cierto que Gaudí ya usó hormigón en su día, pero lo hizo en lo alto de las torres, donde el hormigón era como una piedra ligera. Ahora es al revés: está en la base de las columnas, cuyo macizo muscula. La imagen final resultante es una imagen congelada, fantasmagórica. 

Ignacio Paricio, arquitecto, profesor de la ETSAB:
Lo que se ha acabado ahora es horroroso. Los rosetones de las claves son de una vulgaridad increíble. El maravilloso equilibrio entre técnica y composición que lograba Gaudí no asoma por las patochadas que se han hecho ahora. [...]

Robert Terradas, arquitecto, Director ETSA La Salle:
Hubiera preferido dejar la Sagrada Família como estaba. Era realmente difícil saber cómo Gaudí hubieran continuado el templo. Y, tras su muerte, es imposible. Lo que él hizo está muy bien. Lo que se ha hecho ahora revela un esfuerzo constructivo real, sí, y resulta tremendamente efectivo en lo referente a promoción, a propaganda. Pero en la obra yo no sé ver el espíritu de Gaudí. 


Hay opiniones a favor también, de reputados profesionales de diversos medios, pero que no comparto. Remito a la nota original de La Vanguardia para poder leerlas. La más pertinente, en el sentido de seguir hablando sobre la "autoría" de la obra, me parece la del arquitecto Juli Capella, quién dice:

Ha merecido la pena llegar hasta aquí. Me retracto si antes dije lo contrario. Que conste que nunca afirmé –y no es para excusarme– que no debiera continuarse, sino que no debía continuarse diciendo que era una obra de Gaudí. Esto lo mantengo, porque creo que en la nave central queda una visión estructural de Gaudí, pero también hay mucho pegote, mucha idea de pacotilla. Sin embargo, el concepto es lo suficientemente potente como para que esa columnata arborescente, ese oasis de la nave central, esté logrado. Reconozco que su arquitectura me impresiona: me parece más poderosa incluso que la presencia del Papa. Personalmente, me equivoqué si dije que no había que seguir con las obras del templo. Ahora estoy a favor de que se acabe, en especial si se precisa que lo que se está haciendo no es obra de Gaudí. Es deplorable que se siga diciendo que Gaudí, que tuvo un papel decisivo en sus inicios, tiene mucho que ver con lo que se hace hoy. En cualquier iglesia de Roma te documentan los distintos autores que ha tenido a lo largo de los siglos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Manifiesto "Gaudí en alerta roja"

Y cómo que seguimos con la polémica sobre el templo de la Sagrada Familia, día tras día en los periódicos catalanes a raíz de la consagración del mismo, me parece pertinente hacerme eco de este Manifiesto "Gaudí en alerta roja", firmado en junio de 2008 por algunos de los intelectuales y profesionales más importantes de Cataluña relacionados con el mundo del arte y la arquitectura, alertando sobre el deterioro generalizado sobre diversas obras de Gaudí.
En el enlace del final de la nota se puede adherir firmando el Manifiesto por internet.

Gaudí en Alerta Roja
A medida que con el tiempo la obra de Antoni Gaudí adquiere una magnitud más relevante, y se va afianzando en su universalidad, las intervenciones, o más bien las depredaciones que se han hecho de sus obras van tomando un cariz que exige el tomar decisiones valientes que pongan fin a esta continua vulneración de sus derechos de autor. Son varias las obras que en estos momentos se encuentran en estado de alerta roja, todas ellas Patrimonio de la Humanidad, sobre las que hay que tomar unas resoluciones que requieren enderezar las cosas. Cualquier cambio o intervención que se plantee sobre ellas, por insignificante que parezca, debe ser tratado con una mirada estricta y conocedora que no altere ni un ápice aquel lenguaje irrepetible, que permita consolidar la obra sin vulnerarla. 

Cripta de la Colonia Güell
Debido a las obras de restauración realizadas durante los últimos años, se han dañado de forma irreversible partes esenciales del interior y del conjunto exterior de la Cripta de la Colonia Güell, desvirtuando la obra original de Gaudí y provocando un escándalo público frente a la comunidad internacional y la Convención de la UNESCO. Los abajo firmantes pedimos la restitución de la Cripta a su estado anterior y la demolición de todos estos añadidos que aíslan, congelan, debilitan y banalizan el sentido original de la obra de Gaudí, reducida ahora a un accidente.
1- Pedimos a las administraciones públicas que, bajo ningún concepto, los responsables, hasta ahora encargados de la obra, sigan actuando impunemente.
2- Pedimos la intervención de una organización internacional superior como UNESCO/ICOMOS, para confeccionar un exhaustivo relato de los daños sufridos, con la finalidad de recuperar al máximo lo que era esta obra antes de les últimas intervenciones.

Palau Güell
Después de padecer una rehabilitación muy discutida en su momento – desvirtuar la azotea, perder el órgano, ennoblecer el desván - llevada a cabo por el mismo equipo de la Cripta de la Colonia Güell, ha habido desprendimientos de la cúpula del Palau Güell y ha estado cerrado al público durante un tiempo, rodeado de máximo secretismo. Escandalizados por las actuaciones precedentes de la Cripta y del propio Palau, pedimos que el mismo equipo que ha de evaluar los desperfectos causados en la Cripta haga lo mismo en el Palau Güell .
Como primera medida, exigimos la destitución inmediata del arquitecto responsable del Servei del Patrimoni Arquitectònic Local (SPAL)


Casa Batlló
El entorno de protección de la Casa Batlló ha sido vulnerado últimamente, a raiz de las obras de rehabilitación de la casa contigua, chaflán con la calle Aragón, en la que durante el período Porcioles se levantaron cuatro plantas que supusieron una agresión visual intolerable en una obra de Gaudí.
Últimamente, a pesar del cambio de uso del remonte y de la rehabilitación integral de la misma no se ha condicionado el permiso de obras a exigir su derribo ni se han parado las obras, cuando el 28-8-2005 un decreto de la Conselleria de Cultura donde se delimitaba el ámbito de protección de la Casa Batlló lo ordenaba claramente.
Gaudí resolvió la entrega de la cornisa del edificio originario colindante con una oreja que aún permanece en la fachada de la Casa Batlló esperando devolver las cosas a su alzado original como la única solución digna a semejante atropello.


Parque Güell
El Parque Güell recibe una importante presión de visitas dado su valor arquitectónico. Se trata de una de las obras más emblemáticas de Gaudi por la idea de ciudad que contiene. Su gestión actual contempla la doble vertiente como parque y zona verde de uso vecinal y, al mismo tiempo, la consideración como espacio patrimonial protegido. Pedimos que se considere la posibilidad de imponer medidas que ordenen las aglomeraciones estaciónales actuales, preservando el uso restrictivo. Proponemos que una de las medidas a adoptar, establezca el cobro de una entrada al recinto, definido por el perímetro restringido acordado por la Unesco.


Sagrada Familia
La continuación de las obras de la Sagrada Familia es un tema que, desde los primeros manifiestos firmados por Le Corbusier, Gropius, Pevsner etc, en contra de su continuación, ha sido recurrente y reiteradamente debatido. Sin un proyecto de acabamiento definido, con un planteamiento estructural totalmente contrario al establecido por Gaudí y sin ningún respeto hacia su obra, las obras de la continuación han dado lugar, a lo largo de estos años, a un continuo agravio. Hoy ya no se sabe, ni se hace saber a nadie, dónde comienza y dónde acaba la obra del autor. Lo que sobresale es la mediocridad de un grupo de promotores y de técnicos que en el mejor de los casos, cargados de buena fe pero sumergidos en un paternalismo anacrónico, utilizan a Gaudí, una vez más, para dejar su impronta en detrimento de la obra original, dejada magníficamente inacabada.
Ha pasado mucho tiempo desde que el franquismo pusiera en marcha esta maquinaria perversa. Por lo tanto denunciamos:
1- No se ha cumplido con las mínimas leyes democráticas
2- La obra se está llevando a cabo sin permiso municipal.
3- El gasto que supone el construir un templo expiatorio, hoy tan alejado del pensamiento contemporáneo y, sobretodo cuando, en nuestra ciudad, hay prioridades más urgentes.
4- No podemos permitir que una institución religiosa y privada pretenda expropiar la vía pública y la manzana del Ensanche, y entorpecer la construcción de una infraestructura tan importante como es el tren de alta velocidad, con la excusa de continuar explotando intereses que no corresponden a los de una nación laica y que además atentan contra la ciudadanía.
El resultado es una serie de errores que han asentado una triste tradición, un precedente que ha marcado una falta de rigor a la hora de remodelar o restaurar la mayoría de los edificios de Gaudí. ¡Dejemos a Gaudí en paz!


Firmado en junio de 2008 por:
Beth Galí · Presidenta del FAD
Maria del Mar Arnús · Crítica d’art, ACCA
Antoni Marí · Vicepresident de la Fundació Eina
Salvador Tarragó · President de SOS Monuments
Santiago Alcolea · President de l’Institut Ametller d’Art Hispànic
Glòria Bosch · Directora d’Art de la Fundació Vila Casas
Ramon Prat · President d’Actar
Carles M. Sanuy · Director de la Fundació Espai Guinovart
Salvador Giner · President de l’Institut d’Estudis Catalans
Manuel Borja-Villell · Director del Museu Reina Sofia
Rosa M. Malet · Directora de la Fundació Miró
Miquel Tàpies · President del Patronat de la Fundació Antoni Tàpies
Vicenç Altaiò · Director de KRTU
Claret Serrahima · President del Cercle Artístic de Sant Lluc
Bartomeu Marí · Director del Macba

domingo, 7 de noviembre de 2010

De lo sagrado y lo profano: la polémica de Barcelona

En estos días que no se para de hablar del templo de la Sagrada Familia desde todos los estamentos políticos y sociales, en virtud de la consagración de la misma como basílica para el culto católico, me ha parecido muy pertinente la nota de opinión de María del Mar ARNÚS (historiadora y crítica de arte) publicada en el suplemento Cataluña de El País, del cual transcribo un extracto a continuación, y que comparto al cien por ciento:

La sagrada mentira

A bombo y platillo quieren que recibamos a este Papa, el mismo que ha desactivado el Concilio Vaticano II, representante de la facción más reaccionaria de la Iglesia trentina; así lo quiere la jerarquía católica, aquella que ha rechazado la educación para la ciudadanía y predica contra ella la insubordinacción ciudadana, la que pretende tener el monopolio de la doctrina, la que pasa de largo de tantas miserias humanas, a la que le chirrían los goznes mentales. Y así también lo ha querido nuestro Gobierno de izquierdas, presuntamente laico, que preside con todo el boato del antiguo régimen, sin delimitar lo público de lo privado, la consagración de otro templo expiatorio que resulta ser un fraude. Un fraude en el que son cómplices todos, y del que ahora nos imponen un trágala.
Porque todos saben que se trata de una obra ilegal, que atenta contra las leyes de urbanismo y de patrimonio, que no existe proyecto de obra nueva, que no respeta los límites aprobados por la UNESCO y no acata los requerimientos de las demás instituciones, basándose en un planteamiento estructural totalmente contrario al establecido por Gaudí: su método de búsqueda y creatividad continúa desautoriza el seguido por los actuales directores de la obra, quienes además se disputan la autoría de semejante despropósito en los tribunales. Han escogido una fase del proceso que utilizó Gaudí pero que ya superó y abandonó. Le han arrebatado la grandeza para convertirla en grandilocuencia. Han obviado su legado -la cripta de la Colonia Güell, allí donde estructura, construcción y forma se confunden y se da la obra de arte total- y han machacado su espíritu de investigación sobre la piedra y su capacidad de soportar pesos descomunales, su carácter pobre y humilde, su epíritu franciscano expresado potentemente en la utilización y reciclaje de materiales. Se sabe que aquello no es Gaudí, que no era su método de trabajo, que él no hubiera utlizado esa cantidad de hormigón, y lo que están haciendo es suplantar al maestro de una forma prepotente, pretenciosa, anacrónica y ridícula.
Se trata de una estafa descomunal : invierten en la obra nueva que ha nacido vieja el dinero que recogen de los incautos, y ocultan información sobre dónde empieza y acaba la obra original de Gaudí que la dejan caer: las torres cubiertas por redes debido a los desprendimientos... Pretenden darnos gato por liebre. Una vez más, los mercaderes se han hecho con el templo y quieren vendernos Gaudilandia.
Sin una gran creatividad, pretender continuar las obras de la Sagrada Familia engendra las chapuzas que revelan la decoración de la fachada de la Pasión, y marca un precedente de falta de rigor a la hora de remodelar o restaurar la mayoría de los edificios de Gaudí.
Desde que se decidiera continuarla, en los años de la posguerra española, amparada por el franquismo, las diversas peticiones de la ciudadanía han sido ignoradas. La Carta a La Vanguardia de enero de 1965 firmada por muchos, entre ellos Le Corbusier, Miró, Sert, Espriu, Gil de Biedma, Dorfles, Zevi, Pane, Coderch, y hasta Subirachs y parte de la curia, sigue vigente. Le siguió la Acción de 1990 en Defensa de la Sagrada Familia, contestando desde el mundo de la cultura y manifestando cual cadena humana cargada de cirios y oprobios; y últimamente los debates y el Manifiesto Gaudí en Alerta Roja, firmado por los representantes de las instituciones culturales del país, lleva tiempo recibiendo adhesiones en la web del FAD. Pero nadie se atreve a poner el cascabel al gato y parar esta vergonzosa megalomanía. [...]
Publicado en El País, edición Cataluña 04.11.2010