jueves, 21 de febrero de 2013

Sostenibilidad... ¿nuevo paradigma de la mercadotecnia?

Visión de la "sostenibilidad" por el mercado




Llevo varios días estudiando y leyendo mucho, entre otros temas, sobre sostenibilidad. Y hete aquí que hoy me he tropezado con un artículo publicado hace unos 5 años por Iñaki Abalos en "El País" que expresa al 101 % lo que hace mucho tiempo venimos comentando con Joan Ramón acerca del tema. De como ciertas palabras van cobrando fuerza y se transforman en auténticos clichés que todo el mundo comienza a utilizar, primero con propiedad y en círculos especializados, pero que poco a poco y por mor del marketing se van "popularizando" y son utilizadas sin ton ni son, llegando a vaciarlas completamente de contenido. Eso es lo que creo que ha sucedido con el concepto de sostenibilidad (sustentabilidad en Sudamérica) y todo lo que representa, desde que los promotores/desarrollistas inmobiliarios (y también muchos profesionales con pocos escrúpulos y menos estudio) han descubierto que un "valor agregado" como este puede incrementar sus ventas, o al menos el precio final de sus productos, sin hacer la más mínima inversión al respecto en función de obtener ese supuesto "valor agregado". De repente hemos visto surgir especialistas en sostenibilidad, bioarquitectura, bioclimatismo, tecnologías low-tech, y un amplio abanico de etcéteras, por todos lados, mientras los verdaderos especialistas, aquellos que llevan años (y décadas) estudiando el tema, construyendo con mínimos recursos, haciendo una labor ingente en pos del mantenimiento de nuestro planeta en condiciones razonables, continuan en sus laboratorios, o sus despachos, o a pie de obra, sin tanta aparición mediática. Entretanto los nuevos gurúes invaden foros y seminarios mostrando sus útlimos alardes, y los catálogos de promoción de nuevos emprendimientos se cubren de fatuas promesas de "cubiertas verdes", "muros verdes", "calefacción solar", etc. etc. al tiempo que los propios renders que publicitan el proyecto muestran unas hermosas palmeras en un clima totalmente adverso a las mismas. Es solo un ejemplo de la incoherencia y desconocimiento general sobre el tema. Hay miles. Pero los que más me indignan son los que se dan en los foros y publicaciones profesionales, donde ciertos periodistas del medio -sin ninguna lectura crítica-  impulsan determinados proyectos muy alejados de verdaderos parámetros de sostenibilidad, mientras cacarean a los cuatro vientos su supuesto valor de paradigmas. Dichos proyectos se suelen ver repetidos una y otra vez en distintas publicaciones, en una constatación que lamentablemente despide un cierto tufillo a operación publicitaria encubierta... Y muchas veces dichos "paradigmas", por la vía de la publicidad, terminan entrando en las escuelas de arquitectura.
Dejo a continuación extractos del brillante artículo de Iñaki, con el link a la publicación original al final. [El remarcado en negritas en mío]


Bartleby, el arquitecto

La sostenibilidad es el concepto de moda en la arquitectura actual. Una función que implica la suma de nuevos especialistas y técnicos en los equipos de arquitectos y constructores para lograr edificios que contemplen sus implicaciones ambientales, económicas y sociales. Teniendo todo esto en cuenta es necesario que la arquitectura examine qué es lo que realmente le interesa de esta noción, sin que merme en ello el sentido de lo estético.
Cada década, aproximadamente, los arquitectos sufren la invasión de una palabra mágica ante la que muchos sucumben y a todos afecta en sus modos de trabajar. Todavía la cantinela de los edificios "inteligentes" no ha terminado de apagarse cuando la invasión "sostenible" como quintaesencia de la arquitectura ha inundado ya el lenguaje cotidiano y no hay concejal de urbanismo que no demande sistemáticamente una irreprochable sostenibilidad -eso sí, sin afectar a los presupuestos y sin poner en crisis el modelo de ciudad-negocio-. Los arquitectos se ven obligados a hacer encaje de bolillos y contribuyen a inflar de significados espúreos la palabra hasta vaciarla entre unos y otros de todo sentido.

En paralelo a estos abusos semánticos la aprobación del Código Técnico de la Edificación implica una modificación importante de las prácticas constructivas y un esfuerzo técnico por parte de los arquitectos y sus consultores, [...] forzados a sustituir la "experiencia constructiva" por modelizaciones ambientales parametrizadas que implican la irrupción de físicos, ecólogos e ingenieros en el proceso proyectual. [...]

Este desplazamiento desde lo mecánico a lo energético en el coro de expertos que acompaña a la antigua voz solista del arquitecto muestra con precisión el abandono de una concepción moderna de la arquitectura basada en la seriación modular y en la materialidad industrial por una concepción que algunos expertos como Sanford Kwinter no han dudado en denominar "termodinámica", para describir el abandono del modelo "tectónico" de conocimiento tradicional de la arquitectura (y su enseñanza) por una nueva concepción/enseñanza "biotécnica", capaz de dar al arquitecto instrumentos para pensar sus edificios como organismos vivos, entidades con intercambios energéticos permanentes con su entorno, dotados de un ciclo limitado de vida, una idea que a pesar de su tono un tanto mesiánico suscita cierta unanimidad al menos en los ambientes académicos. [...]

El problema surge al comprobar en qué vienen quedando las grandes palabras y sus buenas intenciones cuando la voz de los coristas se transforma en un ruido que empieza a apagar la del solista, azuzados por una industria de la construcción que ha comenzado por fin a ver negocio en la palabra mágica. A pesar de los esfuerzos de distintas instituciones del sector [...] la sensación que dejan jornadas, congresos y seminarios es que sistemáticamente los ejemplos exhibidos componen un desfile de aparatosas prótesis de gadgets tecnológicos, convirtiendo en drag queens hi-tech edificios antiguos y malos las más de las veces. La banalización de la sostenibilidad que esta concepción seudotécnica y mercadotécnica implica aburre a los arquitectos [...], tanto como excita a los grandes consultings y a los políticos.
Este panorama ha hecho saltar la alarma roja en distintas instituciones [...] que han decidido tomar cartas en el asunto y promover un debate serio [...] con el objeto de interrogarse sobre la verdadera naturaleza arquitectónica y cultural de la sostenibilidad.

La idea central es sencilla: sólo si hay una verdadera idea de belleza escondida entre tanta retórica será posible que la sostenibilidad signifique algo y esté aquí para quedarse. La arquitectura debe dejar de doblegarse ante tanto aparato y preguntarse a sí misma qué es lo que le interesa de esta noción, introduciendo en el debate una dimensión estética. De momento una idea ha calado hondo en los primeros debates entre los expertos. La idea de que Bartleby, el personaje creado por Melville, y su famoso "preferiría no hacerlo" es quien mejor expresa la dimensión estética de la sostenibilidad cuestionando la necesidad misma de toda acción [...].

Se podrá decir que una idea así implica el suicidio de la arquitectura más que su renovación estética pero hay ejemplos como el del estudio francés Lacaton&Vassal que muestran que no es así. Formados en África -donde ecología y economía significan supervivencia- decidieron que "preferirían no hacerlo" ante el encargo de remodelar la plaza de Léon Aucoc de Burdeos (1996), agradable para sus usuarios y suficientemente urbanizada, dedicando parte del presupuesto a renovar su gravilla, reparar sus bancos, sustituir algún bordillo -¿por qué hay que hacer algo espectacular, qué culpa tienen los ciudadanos?, se preguntaban-. No era gran cosa pero la satisfacción de los vecinos era enorme, como lo es ahora años después, la de los artistas invitados a desarrollar sus propuestas plásticas en el Palais de Tokyo (2001), también remodelado por ellos, dejándolo prácticamente desnudo, disponible para la acción en vez de terminado y maquillado para ser contemplado y disputar el protagonismo al artista (invito a quien viaje a París a cruzar el Sena y visitar el mismo día el Palais de Tokyo y el Museo de Quai Branly donde la firma de Jean Nouvel ha logrado que haya colas para ver -o intentar ver- una colección interesante pero donde todas las decisiones, formalistas y banales, y su derroche ponen en evidencia una incomprensión o indiferencia obscena de las culturas que exhibe).
 

No por casualidad el rechazo hacia la manipulación tecnológica de la sostenibilidad implica un intento de volver a empezar desde el principio, de devolver una cierta naturalidad o normalidad al papel de la arquitectura y del diseño en la ciudad y la vida cotidiana. "Supernormal" es la palabra con la que el diseñador Jasper Morrison, junto con Naoto Fukasawa, promueve en el universo del diseño [...] un entorno de objetos bien diseñados, a menudo anónimos y reconocibles, que muestran con intención educativa un ambiente vagamente familiar [...]. Aún está por construir un mapa creíble de la sostenibilidad pero no hay duda de que otras dimensiones ya ensayadas han agotado su credibilidad. Es tiempo para Bartleby como arquitecto [...].
Iñaki Ábalos, arq.
http://elpais.com/diario/2007/03/10/babelia/1173485179_850215.html

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